Thursday, July 28, 2005


COMERCIO CON EL MEDIO AMBIENTE: BONOS DE CARBONO

El siguiente documento constituye una introducción al tema de los bonos de oxigeno y los sumideros de carbono, brinda una aproximación a la oportunidad de negocio en este tema y a las expectativas que brinda este nuevo mercado, otros temas que complementarían a este están en lo concerniente a agricultura biológica, conservación de la biodiversidad y bioprospecion. Proyectos que claramente se pueden desarrollar en la zona del Pacifico Colombiano por ejemplo.
INTRODUCCIÓN:

“El planeta se está calentando”. La Tierra está sufriendo un Cambio Climático, pero ¿qué es lo que produce este cambio en la temperatura global ?
El clima de un planeta se decide por su masa, su distancia al sol y la composición de su atmósfera. La composición de la atmósfera de la tierra es de 78% nitrógeno, 21% oxígeno y 1% otros gases.
La tierra tiene un sistema natural para el control de la temperatura. Los gases de efecto invernadero (GEI) son de gran importancia para dicho control. En promedio, cerca de un tercio de la radiación solar que golpea la tierra es reflejada de nuevo al espacio. Del resto, una parte es absorbida por la atmósfera, y la otra parte (que es la mayoría de la radiación) es absorbida por la tierra y los océanos, provocado que la superficie de la tierra se caliente y que emita radiación infrarroja. Los gases de invernadero atrapan la radiación infrarroja, calentando así, la atmósfera. Éstos, a los que llamamos gases de efecto invernadero (GEI’s), se presentan de manera natural en la atmósfera, y son: vapor de agua, el bióxido de carbono, el ozono, el metano y el óxido nitroso, y juntos crean un efecto natural de invernadero. Estos gases, encargados de calentar la atmósfera llevan la temperatura media anual de –18° C a alrededor de 15° C, haciendo posible la vida en nuestro planeta.



Desde el inicio de la era industrial (siglo XVII), las emisiones de los GEI’s han aumentado considerablemente como consecuencia del uso de energías derivadas de fuentes fósiles usadas en las actividades del hombre. La utilización de combustibles fósiles, la deforestación, la quema de biomasa y la ganadería son actividades humanas que liberan gases de efecto invernadero. Esto ha provocado desequilibrios ecológicos. Las zonas climáticas se desplazan, los glaciares de descongelan, trayendo así, un aumento en el nivel medio de las aguas del planeta.
La parte significativa de emisiones del bióxido de carbono proviene de la producción energética, de procesos industriales y de transporte, es decir, que la mayor cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero son de los países industrializados, y dada la desigual distribución de la industria en todo el mundo, los países en vías de desarrollo son los más afectados con estos cambios climáticos.

EL PROTOCOLO DE KIOTO:

Todos estos cambios que experimenta la humanidad, han preocupado a la comunidad internacional en aspectos socioeconómicos, políticos, jurídicos, etc. Desde el hecho de preparar a los países potencialmente más afectados para enfrentar el cambio climático hasta ver los efectos en la estructura económica que podría traer una disminución en el consumo de combustibles fósiles, por mencionar algunos.
De cualquier manera todos los países, sea cual sea su tasa de crecimiento, de desarrollo, de población o de industrialización se verán afectados por el inevitable cambio climático al que nos enfrentamos día a día.
Lo primero a realizar para enfrentar este cambio climático es reducir las emisiones de GEI’s, en especial de CO2, tanto industrial como domésticamente. Esto se puede lograr a través del desarrollo e incorporación de tecnologías menos contaminantes, así como cambios en las fuentes de energía, por ejemplo: la eólica, solar, hidráulica, etc, de modo que se generen menos emisiones. Estos cambios tan profundos dentro de los sectores económicos pueden conllevar costos altos si no se realizan con la ayuda de la comunidad internacional.
La mitigación del cambio climático es una razón más para impulsar diversos programas de conservación, reforestación, aprovechamiento sustentable de recursos renovables, promoción del desarrollo sustentable, apoyo a la transferencia tecnológica, mejoramiento de la eficiencia energética, impulso a las fuentes renovables de energía, entre otros.
El Protocolo de Kyoto adoptado en 1997, se encontró con diferentes barreras para ser ratificado por algunos países. Quedó abierto para firma durante un año a partir del 16 de marzo de 1998, más cada país puede ratificarlo en cualquier momento.
Dentro del Protocolo de Kyoto los países se dividen por anexos. Países pertenecientes al Anexo I, es decir países desarrollados y por lo tanto con más emisiones de GEI’s, que se comprometen a reducir los niveles de estas emisiones, así como brindar asesoría, apoyo técnico y financiero a los países en vías de desarrollo (países cambiando a economías de mercado, no Anexo I). Estos países acordaron a su vez, proteger el sistema climático para beneficio de la humanidad sobre una base de equidad y de acuerdo con sus responsabilidades y capacidades.
Según lo estipulado en el artículo 25 del Protocolo, éste entrara en vigor 90 días después de la fecha en la cual al menos 55 países de la Convención que ratifiquen incluyendo los países de Anexo I, cubran así el 55% del total de emisiones de 1990.
El protocolo pasó por momentos críticos y las partes tuvieron que pasar por arduas negociaciones y realizar ciertas concesiones para superar las diferencias que los distanciaban.
El Protocolo obliga a países desarrollados a reducir sus emisiones para el quinquenio 2008-2012 distribuidas de la siguiente manera:

Emisiones por países

– 8% para Suiza, varios países de Europa Central y del Este y la Unión Europea (esta última logrará su objetivo por medio de tasas de reducción diferenciadas para cada uno de sus estados miembros)
– 7% para Estados Unidos
– 6% para Canadá, Hungría, Japón y Polonia
– Nueva Zelanda y Ucrania deberán estabilizar sus emisiones al nivel de 1990
– Noruega podrá incrementar sus emisiones en un 1%, Australia en un 8% e Islandia en un 10%

MECANISMOS DE FLEXIBILIDAD DEL PROTOCOLO:

Dentro de los artículos 6° y 12° del Protocolo se establecen tres mecanismo de flexibilidad para que los países con compromiso de reducción de emisiones puedan cumplir con sus objetivos, bajo la condición de que sus mayores esfuerzos deban siempre invertirse en la reducción domésticas. También los países del no Anexo I se comprometen a asistir a las partes del Anexo I a cumplir con sus obligaciones. Estos mecanismos son:

o Implementación conjunta
o Comercio de emisiones
o Mecanismos de desarrollo limpio (MDL)
Implementación conjunta y comercio de emisiones:

Los países industrializados (Anexo I) pueden vender y comprar entre ellas las reducciones resultantes de proyectos específicos a través de las unidades de reducción de emisiones. Con el comercio de emisiones se les permite a los países vender sus emisiones reducidas en caso de que un país haya sobrepasado su meta de reducción.
Estos mecanismos solo se pueden realizar entre países que tengan objetivos de reducción.
Esta ayuda entre países hace que si para algunos países resulta menos costosa la reducción que para otro, entre ellos pueda existir un comercio, para equilibrar las reducciones.
Mecanismos de Desarrollo Limpio (MDL)

Estos mecanismos abren la posible negociación entre países Anexo I, es decir con objetivos de reducción, y los países no Anexo I. Esto quiere decir que existe la posibilidad de la transferencia de tecnología por medio de grades cantidades de recursos financieros y del know-how tecnológico para promover y ayudar a los países no Anexo I a desarrollar y crecer en base a sistemas y procesos amistosos con el medio ambiente, es decir, en base al desarrollo sustentable.
Estos MDL serán proyectos que apuntan a la maximización de la efectividad de los costos de la mitigación del cambio climático de los países industrializados, permitiéndoles así, la oportunidad de reducir las emisiones de GEI’s, invirtiendo en el desarrollo sustentable de proyectos en países en vías de desarrollo.
El Protocolo establece los MDL como un camino de promover el DS mientras se minimizan los costos de los límites de reducciones de gases. En respuesta a las inversiones de estos proyectos en países en vías de desarrollo, los países desarrollados ganarán “certificados de reducción de emisiones” que deben usar para llegar a sus metas de reducción establecidas.
Estos proyectos deberán demostrar que producen: la reducción de emisiones industriales ó la fijación de gases y/o la conservación del carbono ya existente.
Estos MDL son uno de los principales objetivos de las Conferencias de las Partes (las COP’s) y los cuales jugaran un papel muy importante.

A través de aluna de estas formas, o mediante su combinación, los países industrializados podrán contabilizar la reducción de emisiones de CO2 o su fijación en sumideros, medidos e toneladas de carbono, para poder alcanzar sus compromisos ante la CMCC (Convención Marco para el Cambio Climático) en el Protocolo de Kyoto.
A pesar de ser uno de los objetivos primordiales, aún no se llega al establecimiento jurídico, social y económico, que no permita las interpretaciones erróneas de países con grandes cantidades de recursos ambientales a desarrollar.


El papel de los bosques como sumideros de carbono.

La vegetación por medio de la fotosíntesis transforma la energía solar, absorbiendo el CO2 del aire en oxígeno que lo libera a la atmósfera. Los bosques, en particular, son sumamente importantes en el ciclo de carbono por que:
– Almacenan grandes cantidades de carbono e su biomasa.
– A través de la fotosíntesis y respiración intercambian C con la atmósfera.
– Son fuentes de emisión de C cuando son perturbados por causas naturales (incendios, etc. ) o a causa del hombre y sus actividades (quema de campos para actividades agropecuarias, o explotaciones forestales, etc.)
– Son sumideros cuando abandonan las tierras perturbadas, que se recuperan mediante la regeneración natural. Los sumideros son componentes del sistema planetario que actúa como reservorio del gas fuera de tiempo y trasfieren del CO2 del aire a la vegetación y al suelo, donde son almacenados.
El hombre, por la creación de nuevos bosques mediante forestaciones y reforestaciones en lugares donde no existen árboles, o por el manejo de la silvicultura de los bosques nativos existentes, altera las reservas y flujos de carbono, modificando así, el ciclo de éste y utilizando con esto su potencial para mitigar el cambio climático.
La conservación de los bosques de manera natural es sumamente importante para la reducción de uno de los gases de efecto invernadero más abundante, el CO2.
¿Qué está sucediendo?

Dentro del Artículo 6 el Protocolo de Kyoto incluye tanto la reducción como la eliminación de emisiones de gases efecto invernadero. Explícitamente se refiere a “proyectos con objetivos de reducir las emisiones antropogénicas por medio de recursos o aumentar estas reducciones por medio de los sumideros”
Por otro lado el artículo 12 dentro de los MDL solo se refiere a las reducciones de emisiones, más no aclara nada acerca de las eliminaciones de estos gases por los sumideros de países que no sean solamente del Anexo I.

Como podemos observar, existe una ligera contradicción dentro de los mecanismos permitidos dentro de los MDL del protocolo.

¿Qué es lo que ha generado esta ambigüedad?

Existen países que han decidido implementar un mercado de venta de “bonos de carbono”. Estos bonos son vendidos a empresas extranjeras que pertenezcan a algún país del Anexo I, es decir con objetivos de reducción.
Por lo tanto ha generado que los países con grandes zonas boscosas, las pongan a la venta para que los objetivos de otros países sean cumplidos.
Una característica del efecto invernadero es que resulta indiferente dónde se produzcan las emisiones o la captura del CO2 por los sumideros, ya que sus consecuencias son de carácter global.
El Protocolo claramente dice que los países no Anexo I también tienen que ayudar al buen funcionamiento de sus bosques, así como el cuidado de sus reservas naturales.
Otra de las dificultades de este tipo de comercio es establecer la medición de la capacidad de cada árbol de capturar el CO2 y transformarlo en Oxígeno.
Esta venta de “bonos de carbono” abre una posibilidad a los países, y en particular a los sectores forestales, donde el manejo de bosques nativos y el desarrollo de nuevas plantaciones ofrecen la posibilidad de generar una alta oferta de captura de carbono, que es comerciable en este nuevo mercado y con nuevas posibilidades de comercio para el país.
Para otros sin embargo, resulta una medida solo de comercio y no de ayuda a solucionar el problema del medio ambiente, siendo que se están poniendo en venta parte del territorio del país, y se le está poniendo un precio al medio ambiente. Así como se destruyen zonas con vegetaciones exóticas, para poder tener zonas boscosas, afectando así los ciclos naturales. No obstante resulta también una interesante medida de conservación del bosque húmedo tropical, bosque que poseemos en Colombia y en el caso que nos atañe en la zona del Pacifico.


EL NUEVO MERCADO DEL OXÍGENO

No por casualidad fue una empresa chilena la primera en vender oxígeno. En los próximos cuatro años, diversas compañías en Chile esperan concretar negocios por US$ 150 millones en el incipiente mercado de los bonos de carbono. Sobre todo ahora, a días de que se ratifique el Protocolo de Kyoto.
Un cheque por 7 millones de dólares está próximo a ser entregado a la central hidroeléctrica Chacabuquito. Es el pago por un negocio, aunque no precisamente por el abastecimiento de energía. En palabras simples, la empresa vendió oxígeno.
Claramente, no es una transacción cualquiera.
En este caso, el carbono que se dejó de liberar a la atmósfera se vendió a 3,5 dólares la tonelada. El 90% de los bonos los compró el Fondo Prototipo de Carbono, una iniciativa creada por el Banco Mundial para impulsar el diseño y materialización de proyectos que reduzcan los gases en países que no deben cumplir metas. El fondo es, entonces, dueño del bono y puede volver a transarlo en el mercado. Algo así como el Tesoro norteamericano, que coloca bonos, aunque en este caso son de aire. El otro 10% lo adquirió directamente la japonesa Mitsubishi.

Los expertos auguraban que el 2002 sería el año de los bonos de carbono. Se esperaba que el mercado empezara a operar, pues ya alcanzaría el nivel de ratificación necesario para que el Protocolo de Kyoto entrara en vigencia. Esto es, que el 55% de los países que emiten el 55% de los gases invernadero, lo ratifiquen.
Sin embargo, ello no fue así y el mercado comenzó a funcionar de manera incipiente y apostando a que cada vez más países se hicieran responsables del cambio climático.
De allí que aún existan obstáculos que impiden su funcionamiento a plena capacidad. Por ejemplo, los costos de transacción son muy altos, porque todavía son pocos los bonos que se transan y reducidos los operadores. Así, un broker puede llegar a quedarse hasta con el 30% de las ganancias obtenidas en la venta. A ello hay que sumarle que en muchas ocasiones hay que contratar abogados para que redacten los contratos, especialmente las cláusulas que dicen en cuánto tiempo se cancelarán los bonos o los resguardos que hay que tener si el Protocolo de Kyoto finalmente no entra en vigencia. En el caso de Chacabuquito, por ejemplo, se establecieron indemnizaciones. Tampoco se trata de cualquier abogado, pues usualmente deben conocer las normas de Europa o bien tener contactos con otros profesionales allá.
Con todas estas barreras, la rentabilidad de un proyecto -que debe ser reducida para poder postular al beneficio-, muchas veces ni siquiera alcanza a ser atractiva con la colocación de los créditos. Por eso es que el precio al que se transe la tonelada de carbono será vital. Y como no hay una bolsa establecida, aún es difícil incluso saber a cuánto venden los otros proyectos. Se estima que el precio de la tonelada de carbono fluctúa entre los 3 y 4 dólares, cifra que podría aumentar con la ratificación del tratado.

Ingresar al sistema puede llevar unos seis meses de espera. Porque para entrar al mercado, un proyecto debe cumplir varias etapas. Luego de su diseño acabado, debe cumplir con la ley ambiental del país (en Colombia el codigo de recursos naturales y la ley 99 de 1993), lo cual debe ser certificado por la autoridad ambiental (en este caso Ministerio de Medio Ambiente). Superada esta etapa, las Naciones Unidas lo publican en una página Web durante 30 días para que se le realicen observaciones. Después, una empresa certificadora externa revisa el proyecto y las respuestas que se le han hecho a las observaciones. Recién entonces viene la concreción del proyecto. Pero el proceso tampoco termina allí. Porque luego otra certificadora debe chequear en terreno que el proyecto se realizó tal como se dijo y que está realizando las reducciones de carbono que prometió.
La reunión del 31 de mayo entre los líderes de la Unión Europea y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue clave para el mercado del oxígeno. Después de casi una hora de conversación en San Petersburgo, los líderes emitieron una declaración comprometiéndose a trabajar para que el Protocolo de Kyoto sea en el corto plazo un instrumento real para combatir el llamado efecto invernadero. Una declaración estratégica, pues este mes el Parlamento ruso deberá decidir si ratifica o no el acuerdo, por lo que la postura de Putin es vista como un gran espaldarazo.
Si todo sucede como los ambientalistas esperan y Rusia, que es responsable del 17% de los gases invernadero sujetos al Protocolo, lo aprueba, se lograría el quórum necesario para que el tratado entre en vigencia. Esto es, que al menos el 55% de los países que emiten el 55% de los gases invernadero, lo ratifiquen.
Ello pese a la férrea oposición de EE.UU., la principal fuente de estos gases, pues libera un 36% de todas las emisiones sujetas al Protocolo de Kioto.
Con la aprobación rusa, se destrabaría finalmente el mercado de los bonos de carbono y todo indica que su inicio oficial será con el acelerador a fondo. Porque el 2008 deberá cumplirse la primera meta de reducción: Europa deberá bajar un 7% sus emisiones. Como no queda mucho plazo y la propia Unión Europea se autoimpuso disminuir sus emisiones, más allá del Protocolo, hoy todos apuestan a que la bolsa de oxígeno deberá comenzar a funcionar de prisa.
El Protocolo de Kyoto pretende reducir la dependencia de la economía mundial del consumo de combustibles fósiles, como petróleo, gas y carbón, cuya combustión libera gases de efecto invernadero y aerosoles responsables del llamado calentamiento terrestre. Según el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) en su informe de 2001, durante el transcurso del siglo XX el promedio de la temperatura de la superficie terrestre aumentó en cerca de 0,6%. Incluso, hay científicos que postulan que la década de los '90 fue la más cálida del siglo.

Otro país que viene trabajando fuertemente en el tema es Costa Rica.
Costa Rica se convirtió en el primer país del mundo en colocar en la bolsa de valores de Estados Unidos, Certificados Transferibles de Emisiones de Carbono (CTOs), que permitirán combatir los gases del efecto invernadero.
Costa Rica se ha constituído en uno de los principales productores de oxígeno, gracias a su posición geográfica, ubicada en el trópico, y a la política de preservación de su biodiversidad. Un 24% de su territorio de solo 51.100 km2 se encuentra bajo algún régimen de protección.
La transacción se realizó entre el gobierno de Costa Rica y la compañía estadounidense Center Financial Products.
Los primeros mil certificados, con un precio inicial de 10 dólares, aseguran la eliminación de mil toneladas de carbono en el medio ambiente. Esa cantidad equivale a las emisiones que realizan 900 automóviles en Estados Unidos durante un año.
"Cada certificado, que elimina una tonelada métrica de carbono, tiene un precio base de diez dólares, pero la cifra final la definirá el mercado", manifestó Gorbitz.
Como antecedente a esta iniciativa, en febrero pasado el gobierno de Noruega pagó a Costa Rica dos millones de dólares por la conservación de 400.000 hectáreas de bosque, lo que aseguraba al país europeo la producción de aire puro.
Los expertos consideran que una hectárea de bosque es capaz de fijar al suelo, cada año, cinco toneladas de bióxido de carbono presente en la atmósfera.
Según informes del Consejo de la Tierra, los recursos económicos que se generen por la venta de CTOs se utilizarán para financiar los programas que impulsa Costa Rica para conservar y regenerar sus bosques tropicales mediante el programa de parques nacionales y zonas protegidas.

Es una empresa estadounidense. Quiere negociar el dióxido de carbono que retienen los árboles del bosque húmedo tropical. Ofrece pagar 20 dólares por tonelada de carbono “secuestrada” por hectárea de monte por año, es la empresa estadounidense Carbon Trading and Trust.
La empresa radicada en California, esta encabezada por el vicepresidente de la Brian Hill.

Los proyectos siguientes, están siendo desarrollados por la organización sin animo de lucro Conservación Internacional (CI), ilustra de la mejor manera proyectos de alta calidad, múltiple beneficio y da una clara muestra de las oportunidades disponibles, a las compañías interesadas en bonos de oxigeno, compensación por sumideros de carbono y compensación por la conservación de la biodiversidad. Para más información contacte, carlos.cesar.parrado@upc.es

La restauración del Bosque húmedo Costero, Ecuador,
Ecuador tiene la biodiversidad más alta por la hectárea de cualquier país de Suramerica; también es la nación más densamente poblada en el continente. Las políticas nacionales animan invasión y colonización en tierras naturales: a la proporción actual de deforestación, 2.3% al año, el país será deforestado para el año2025. La fundación Jatun Sacha pretende reforestar y restaurar 275 hectáreas (ha) de prado degradado del bosque de lluvia Costero ecuatoriano. A través de la inversión de las compañías, se estima que más de 65,000 toneladas de carbono se absorberán.

Restauración y Protección del Bosque Atlántico, Brasil
El Bosque Atlántico de Brasil es biológicamente uno de los mas ricos—así como uno de los mas amenazados— ecosistemas en el mundo. Este bosque húmedo tropical y subtropical lo encontramos a lo largo de la costa oriental de Brasil, la agricultura y las quemadura han producido la destrucción de 2 millones de hectáreas. Ayudar a proteger la biodiversidad y mitigar los efectos de cambio climático, son tareas desarrolladas por Conservación Internacional junto con el Instituto de la Investigación Socio-medioambiental de Bahia Del sur se pretenden restaurar 4,400 hectáreas de tierras aclaradas y proteger 6,800 hectáreas de bosque cerca del una la Reserva Biológica y la región de la sierra grande, región equivalente a 13 por ciento de la cantidad total de bosque que está de pie desde 1990. Ésta restauración y las actividades de protecciones separarán y absorberán más de 3.5 millones de dióxido de carbono en unos 30 años, con un costo del proyecto de $17 millones de dólares. Para asegurar que las ganancias del carbono se protegerán permanentemente, se buscarán reservas privadas para estos sitios. Las actividades también apoyarán la comunidad local, a través de los trabajos en las actividades de la restauración y ayuda técnica a los campesinos.



Más información:

CO2 Science Magazine – articles on carbon forestry sequestration
CDM Watch – a non-profit organization that monitors Clean Development Mechanism (CDM) projects and serves as a clearinghouse for related issues
The Climate Trust – non-profit organization formed to manage the Oregon power plant carbon offset program
Conservation International (CI) – international non-profit with field programs in 33 countries, focused on protecting the Earth’s most biodiverse and threatened ecosystems
CI’s Center for Environmental Leadership in Business – Climate Change Program
Environmental Resources Trust – Ecolands program - enables and encourages landowners to make environmentally sound land-use decisions, by marketing their ecosystem services (including carbon sequestration)
FACE Foundation (Forests Absorbing CO2 Emissions) – established by the Dutch Electricity Generating Board to help mitigate climate change through planting and protecting forests
IPAM - Institute of Environmental Research for Amazônia – a Brazilian-based NGO uniting scientists and educators to foster environmentally and socio-economically sustainable solutions for Amazonian development, including analysis of carbon opportunities from preventing forest destruction
The Nature Conservancy – Climate Change Program
Technical documents, available for free download, covering various land-based carbon sequestration topics
Pelangi (Policy Institute for Sustainable Development) – Indonesian NGO, with free downloadable publication on carbon storage potential from protecting and restoring threatened forests
The Pew Center on Global Climate Change – non-profit, non-partisan organization providing credible information and innovative solutions to address climate change, with free, downloadable reports
UNFCCC, Clean Development Mechanism – official website for the United Nations Framework Convention on Climate Change’s (UNFCCC) Clean Development Mechanism (CDM)
Woods Hole Research Center – global carbon forestry inventory project
World Bank
BioCarbon Fund – being developed by the World Bank to finance projects that sequester GHGs in forest and agricultural ecosystems; the Fund aims to deliver cost-effective carbon emission reductions, while promoting biodiversity conservation and sustainable development
The Community Development Carbon Fund (CDCF) – being developed by the World Bank to provide carbon finance to small-scale projects in the poorer rural areas of the developing world, including the potential for achieving both climate adaptation and mitigation benefits
Prototype Carbon Fund (PCF) – the World Bank’s public/private partnership with a mission is to pioneer the market for project-based GHG emission reductions within the framework of the Kyoto Protocol and to contribute to sustainable development
World Resources Institute (WRI) – an environmental research and policy organization that creates solutions to protect the planet and people’s lives.
Climate, Biodiversity and Forests – publication
Climate Change & Energy Program
Getting it Right: Emerging Markets for Storing Carbon in Forests – publication (free PDF download also available)
GHG Protocol – serves as the premier source of knowledge on corporate greenhouse gas accounting and reporting; standard and guidelines for accounting for GHG reduction projects being developed
Global Forest Watch – website tracking global forestry activities Brokers, Trading Schemes, and Other Organizations
Natsource – energy and environmental brokers with a GHG market division
EcoSecurities – environmental finance company that specializes in advising on global warming strategies including forest carbon storage options
Chicago Climate Exchange (CCX) – a voluntary cap-and-trade program for reducing and trading greenhouse gas emissions
UK Emissions Trading Scheme – world’s first economy-wide greenhouse gas emissions trading scheme
Trexler and Associates – identifies and implements greenhouse gas emissions reduction and offset strategies for client companies
Winrock International – non-profit providing consulting services for carbon forestry project design, including, carbon inventorying, monitoring, verification, and training
Publications, available for free download, on assessing and measuring forestry carbon
Emissions Marketing Association (EMA) – promotes market-based trading solutions for environmental management
International Emissions Trading Association (IETA) – non-profit organization created to establish an international framework for trading greenhouse gas emission reductions

Saludo de inicio

Con este Blog pienso introducir a muchos lectores en las distintas problemáticas ambientales por un lado un conocimiento de índole teórico y en segunda instancia los ejemplos de situaciones reales que nos aquejan.
Damos inicio hoy (28/07/2005) a esta labor.

Carlos César Parrado Delgado
Ph.D en Contaminación y Recursos Naturales
Barcelona -ESPAÑA